jueves, 26 de mayo de 2011

Funciones de las Plantas

Dentro de las funciones de las plantas se pueden incluir funciones como la fotosíntesis, la respiración, la alimentación y la transpiración vegetal.

1. Fotosíntesis

El proceso biológico más importante de la Tierra es la fotosíntesis de las plantas verdes. A partir de ésta se produce prácticamente toda la materia orgánica de nuestro planeta y se garantiza toda la alimentación de los seres vivos.

De este proceso químico y biológico dependen tres aspectos de suma importancia:

· Por la fotosíntesis las plantas verdes producen alimentos y materia orgánica para si mismas y para alimentar a los animales herbívoros, y éstos, a su vez, a los animales carnívoros.

· Se vuelve a utilizar el dióxido de carbono producido por los animales y por los procesos de putrefacción o descomposición. De otra manera el CO, saturaría el planeta.


· Se restituye el oxigeno al aire y se hace posible la respiración.


Las plantas verdes poseen en su estructura celular orgánulos especiales denominados cloroplastos, que tienen la cualidad de llevar a cabo reacciones químicas conocidas como fotosíntesis, o sea, de realizar síntesis con ayuda de la luz solar.


La fotosíntesis es la elaboración de sustancias orgánicas a partir de sustancias inorgánicas en presencia de la luz del sol. Es un proceso que se realiza fundamentalmente en las hojas. Para esto las células vegetales disponen de unos organelos denominados cloroplastos. En su interior, encontramos la clorofila, un pigmento de color verde especializado en la absorción de la energía lumínica que posteriormente desencadenará una serie de reacciones químicas: la fotosíntesis.

Las sustancias que son elaboradas en la fotosíntesis se tienen que distribuir por toda la planta y llegar así a todos los órganos que se encuentren necesitados de energía. El alimento es transportado por otro tejido conductor el cual es llamado floema. Una parte de ese alimento es empleado directamente para el funcionamiento de la planta y el resto es almacenado.

El alimento que no es utilizado por la planta se almacena como almidón. Hay para ello, órganos especializados como los tallos almacenadores y las raíces. Los boniatos, zanahorias y remolachas son raíces engrosadas que cumplen con la función de reservar alimento para tiempos no favorables para la fotosíntesis como el invierno. En cambio las cebollas y las papas son tallos almacenadores.



2. Respiración

Como todo ser vivo, las plantas también respiran. Realizan un intercambio de tipo gaseoso con la atmósfera a través del cual absorben el oxígeno que necesitan y luego eliminan, como desecho, dióxido de carbono. De igual forma que en el transcurso de la fotosíntesis, el intercambio gaseoso que se produce con la respiración se hace a partir de los estomas, o sea diminutas aberturas ubicadas en las hojas que regulan la entrada y salida de los gases. Mediante ellos, también, las plantas y vegetales eliminan vapor de agua, o sea traspiran. 


3. Alimentación
La alimentación de las plantas es muy diferente de la de los animales. Las plantas son autótrofas, es decir, no necesitan buscar su alimento como hacen los animales, sino que lo fabrican ellas mismas. Para ello necesitan aire, agua, algunas sustancias, que hay en el suelo y la luz del Sol.  

La alimentación de las plantas comprende tres fases: la absorción de agua por la raíz, la fabricación de la savia elaborada y el reparto de la savia elaborada por toda la planta. Estas tres fases del proceso se producen constantemente.

Las plantas absorben el agua del suelo a través de la raíz. Disueltas en el agua que toma la raíz, entran también en la planta otras sustancias que estaban en el suelo. Estas sustancias se llaman sales minerales, y son muy importantes para la alimentación de las plantas.  

La mezcla del agua con las sales minerales se llama savia bruta. Para que la planta pueda fabricar su alimento, la savia bruta tiene que llegar a las hojas. El transporte de la savia bruta hasta las hoja se realiza por el tallo, á través de unos tubos muy finos llamados vasos leñosos.  

Al llegar a las hojas, la savia bruta se mezcla con el dióxido de carbono que las hojas toman del aire. 

En el interior de las hojas, la mezcla de savia bruta y dióxido de carbono sufre muchos cambios y se convierte en savia elaborada.
 
La savia elaborada es el alimento de la planta.  
Para que las plantas transformen la savia bruta en savia elaborada es imprescindible la luz del Sol.  
 
Este proceso de elaboración de alimentos a partir de la savia bruta, por medio de la luz, se llama fotosíntesis.

Como producto de la fotosíntesis, las plantas desprenden oxígeno.

4. Transpiración

A las hojas de la planta llega gran cantidad de agua absorbida por las raíces, pero de la misma, sólo una pequeña parte se utiliza en la fotosíntesis. El resto, pasa al exterior en forma de vapor, proceso conocido como transiración. Normalmente es muy difícil distinguir la transpiración de la evaporación proveniente del suelo por lo que al fenómeno completo se le denomina evaporación, siendo éste un parámetro importante en el diseño de la técnicas de regadio que se utilizarán.

Su principal función es eliminar en forma de vapor el agua que no es utilizada por las plantas. Además, el agua transpirada permite el enfriamiento de la planta, debido al elevado calor de vaporización del agua (para evaporarse necesita consumir muchas calorías).

Con el desarrollo de las raíces, hojas y los sistemas conductores, las plantas solucionaron problemas básicos de un organismo pluricelular fotosintetico de vida terrestre, al poder captar el agua junto con el alimento y repartirlos a todas las células del vegetal. 

El proceso de transpiración de las plantas produce la presión que empuja al agua hacia arriba, a todas las células de la planta.

Este proceso continúa hacia las raíces, donde el agua en los espacios extracelulares es empujada hacia adentro por las perforaciones de las paredes de los elementos de los vasos. Este movimiento del agua hacia arriba y hacia adentro finalmente causa que el agua presente en el suelo se mueva hacia el cilindro vascular por ósmosis a través de las células endodérmicas. La fuerza generada por la evaporación del agua desde las hojas, transmitida hacia abajo a raíces, es tan fuerte que puede absorber agua de los suelos bastantes secos.

La transpiración tiene efectos positivos y negativos. Los positivos le proporcionan la energía capaz de transportar agua, minerales y nutrientes a las hojas en la parte superior de la planta. Los negativos son la mayor fuente de pérdida de agua, pérdida que puede amenazar la supervivencia de la planta, especialmente en climas muy secos y calientes.



 

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